La tiroiditis autoinmune o tiroiditis de Hashimoto produce la inflamación crónica y progresiva de la glándula tiroides por acción de auto-anticuerpos, esta inflamación lleva a la pérdida de función de la tiroides. La tiroides se encarga de producir hormonas que tienen muchas funciones en todo el cuerpo, si la glándula tiroidea pierde su función se producirán menos hormonas dando como resultado hipotiroidismo. La enfermedad de El 10% de la población sufre alteraciones tiroideas y de este el 90% tiene hipotiroidismo con anticuerpos elevados. Sin embargo, se conoce que la mitad de los casos de hipotiroidismo están sin tratar aunque presenten síntomas porque se consideran hipotiroidismo subclínico (cuando la TSH está aproximadamente entre 5 y 10) y esto supone un problema para el paciente porque implica un sin fin de visitas a especialistas que le dicen que todo está bien. Las alteraciones de la tiroides sean del origen que sean siempre nos apunta a un problema que hay que solucionar. El diagnóstico para determinar si hay tiroiditis de Hashimoto se hace con una historia clínica completa, exploración física con posible ecografía de tiroides y análisis de sangre completo con perfil tiroideo. Además en el análisis de sangre se buscarán anticuerpos elevados como los anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (TPO), anticuerpos antitiroglobulina (Tg) y anticuerpo antireceptor de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Los síntomas principales incluyen fatiga, sensibilidad al frío, sueño excesivo, piel seca, debilidad muscular, caída de cabello, estreñimiento, dislipidemia, sangrado menstrual irregular o excesivo, sensación de falta de aire, depresión o ansiedad entre otros. Las causas de la aparición de la enfermedad de Hashimoto no están claras, pero se sabe que es un conjunto de factores genéticos, factores medioambientales como los metales pesados, exceso de yodo, falta de selenio y vitamina D, permeabilidad intestinal, consumo de tabaco y alcohol, infecciones como el parvovirus que se ha detectado en el 12% de los casos. Tener otras enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1, vitíligo, lupus, celiaquía o artritis reumatoide aumentan las posibilidades de desarrollar Hashimoto. Actualmente el hipotiroidismo asociado a Hashimoto se trata con hormona sintética parecida a la T4 llamada levotiroxina, el cuerpo no distingue entre la hormona sintética o la natural y la toma como si fuera propia. Tomar la medicación es importante para recuperar los niveles de T4, T3 y TSH. Sin embargo, hay que tener cuidado con la dosis ya que demasiada cantidad puede tener efectos perjudiciales para la salud, si te has pasado de dosis los síntomas serán de nerviosismo, insomnio, palpitaciones, sudoración, temblores… En el caso de Hashimoto es de gran importancia llevar una dieta personalizada para corregir los déficits de micronutrientes y permeabilidad intestinal que contribuyen a aumentar la sintomatología. También es de gran ayuda saber qué alimentos y suplementos pueden afectar a la absorción de levotiroxina como suplementos de calcio, suplementos de hierro, café, té o soja entre otros. El ejercicio de fuerza es de gran ayuda para tener una buena masa muscular que ayuda a mejorar la disponibilidad de hormona tiroidea. Que más veo en mi consulta TIROIDITIS DE HASHIMOTO
¿Qué es la Tiroiditis de Hashimoto?
Hashimoto es la causa más frecuente de hipotiroidismo. TIROIDITIS DE HASHIMOTO
¿Cómo se diagnostica?
¿Cuáles son los síntomas?
¿Cuáles son las causas?
¿Qué opciones de tratamiento existen?
¿Por qué el estilo de vida y nutrición son tan importantes?
Algunas de las enfermedades Autoinmunes